RECUERDOS

No sé si será el frío del invierno o simplemente el cansancio del año, no lo sé, pero los recuerdos han revoloteado en mi mente.
Hoy leyendo algunos correos que todavía permanecen guardados en aquella carpeta con su nombre, reviví un amor y las dulces palabras de hace algunos años y me pregunté ¿por qué aún los tengo guardados?, ¿por qué no los he eliminado? y no logré explicarme la respuesta. Quizás sea que quiero atesorar los momentos gratos de aquél tiempo, porque los malos he tratado de olvidarlos, a lo mejor sin mucho resultado.
No me arrepiento de decisiones ya tomadas, creo que en su momento han sido la mejor opción, no me pregunten si estuvo mal o bien, porque eso aún no he logrado aclararlo, sólo siento que he actuado con la claridad que me ha dado en su momento el corazón.
Hoy estoy bien, sólo recordando, que no es malo (eso quiero pensar). Alguien por ahí algún día me dijo que RECORDAR es “volver a poner en el corazón” y en una de esas mis recuerdos nunca han logrado salir de una parte importante de mi corazón.
Hoy quiero dormirme por un largo momento, no pensar, ni escribir, ni nada, quiero aislarme un rato, acompañar la soledad que por estos días intensifica mi vida, tengo la esperanza que la primavera se viene bien (esperanza aún me queda). Hoy me refugiaré en los míos, en la calidez que mi hogar y de mi madre que siempre me ha regalado su amor incondicional a lo largo de estos 30 años y por lo cual estoy en deuda con ella, por no pedirme nada a cambio y sin embargo darme siempre toda su atención.
Hoy voy a dormir, porque mañana quiero empezar de nuevo, con el camino más claro, porque hoy se me apagó la luz para seguir mirando por donde voy.